ENIERIAÇ TOMA DE DECISIONES ~ MUNDO ECONÓMICO

TOMA DE DECISIONES

Conceptos


La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial (utilizando metodologías cuantitativas que brinda la administración). La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial (aún cuando no se evidencie un conflicto latente).

En términos básicos según Hellriegel, y Slocum (2004) es el “proceso de definición de problemas, recopilación de datos, generación de alternativas y selección de un curso de acción”.
Por su parte, Stoner, (2003) define la toma de decisiones como “el proceso para identificar y solucionar un curso de acción para resolver un problema específico”.

Toma de Decisiones

La toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema que se le presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser capaz de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo.La mayoría de las decisiones en el mundo real no siguen el modelo racional.

En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por lo que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas últimas no están presentes, no existirá decisión. Para tomar una decisión, cualquiera que sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución. En algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el éxito o fracaso de la organización, para los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más seguridad e información para resolver el problema.

Pasos para la toma de decisiones

Paso 1: Definir el problema, objetivo o situación de decisión
¿Quién y por qué debe tomar una decisión?  ¿Qué se quiere lograr? ¿Cómo se explica la situación? En el mismo proceso de definición del problema suelen aclararse y organizarse las ideas, y pueden surgir distintas visiones si hay varias personas involucradas.

Paso 2:  Buscar la información relevante 
Una buena decisión se basa siempre en información: datos del mercado, indicadores internos, análisis del contexto, reportes de empleados, consejos de expertos, buenas prácticas, entre otras fuentes. La clave en este paso es buscar la información mínima necesaria para un buen análisis.

Paso 3: Definir criterios de decisión 
Aun ante el mismo problema, la forma de evaluar las alternativas suele variar, ya que distintas personas pueden dar prioridad a criterios diferentes. Por ejemplo, para poner en marcha un negocio, ¿es más importante la rentabilidad o el atractivo para el emprendedor? Listar los criterios que se utilizarán para sopesar las opciones simplifica los pasos que siguen.

Paso 4: Identificar alternativas
¿Cuáles son los cursos de acción posibles? Evaluá la situación desde distintos ángulos y analizá si no existen soluciones ya desarrolladas para el problema. Es el momento de usar la creatividad para encontrar caminos alternativos.

Paso 5: Analizar resultados posibles para cada alternativa
¿Qué ocurre si me decido por A? ¿A dónde conduce la alternativa B? Con los caminos bien identificados es posible imaginar los resultados, no sólo en términos de números (costos, ganancias), sino de aspectos cualitativos como imagen, esfuerzo o satisfacción.

Paso 6: Seleccionar la alternativa ganadora
Es el momento de poner en la balanza todo lo analizado, y usar los criterios como unidad de medida. Si abro una sucursal, ¿cuánto dinero ganaré?, ¿cómo impacta en mi trabajo diario?, ¿de qué forma me garantizo que funcione bien?.  La comparación entre las distintas alternativas suele mostrar que una resuelve mejor la exigencia de los criterios elegidos. ¡Tenemos una decisión!

Paso 7: ¡Implementar! 
Ninguna decisión está tomada realmente hasta que se pone en marcha. Son muchos los procesos de decisión que fallan en la etapa de ejecución.

Paso 8: Revisar los resultados

Cada decisión implica un aprendizaje. Aun si los resultados no fueron los esperados es posible aprender de los errores para no repetirlos. Así, esta etapa final de revisión de las decisiones tomadas es clave para mejorar.


Factores Tangibles e Intangibles

Intangible
Los intangibles son activos no monetarios sin atributos físicos que, sin embargo,  siguen teniendo un valor. Existen dos tipos de activos en esta categoría. El primero tiene poder jurídico en forma de propiedades intelectuales, como por ejemplo, los secretos comerciales, las patentes, los derechos de autor y las marcas registradas. El segundo es de naturaleza competitiva, y se refiere al conocimiento o experiencia sobre cómo influir sobre los controles, costos o alianzas. Ambos poseen derechos ante un tribunal de justicia, debido a que pueden causar efectos negativos para la organización si se los divulga.

Tangible
Las propiedades tangibles son bienes físicos con valores de mercado percibidos en diversas formas como:  terrenos, edificios, equipos o artículos coleccionables que poseen un valor monetario. Las demás formas son documentos controlados que representan acuerdos jurídicos relacionados con un patrimonio económico como: dinero, préstamos, pagarés o bonos de tesorería pagaderos al titular. Los valores de los inmuebles y las propiedades personales son afectados por las fluctuaciones económicas.

Costo de Capital

El costo de capital es el rendimiento requerido sobre los distintos tipos de financiamiento. Este costo puede ser explícito o implícito y ser expresado como el costo de oportunidad para una alternativa equivalente de inversión.

De la misma forma, podemos establecer, por tanto, que el costo de capital es el rendimiento que una empresa debe obtener sobre las inversiones que ha realizado con el claro objetivo de que esta manera pueda mantener, de forma inalterable, su valor en el mercado financiero.

Como Tasa Mínima Aceptable de Rendimiento (TMAR) también se conoce al concepto que ahora nos ocupa. En concreto para poder calcular la misma es importante que se tengan en cuenta dos factores fundamentales como son el valor de lo que es la propia inflación y el premio al riesgo por la correspondiente inversión. Y todo ello sin olvidar tampoco que es importante llevar a cabo un exhaustivo estudio del mercado. Eso supone además que se haga necesario, para poder determinar dicho costo de capital tanto total como el apropiado, el poder establecer el costo promedio de capital. Para conseguir el mismo lo que se debe acometer es la clara exposición y consecución tanto de lo que son las ponderaciones marginales como las ponderaciones históricas.

La determinación del costo de capital implica la necesidad de estimar el riesgo del emprendimiento, analizando los componentes que conformarán el capital (como la emisión de acciones o la deuda). Existen distintas formas de calcular el costo de capital, que dependen de las variables utilizadas por el analista.

En otras palabras, el costo de capital supone la retribución que recibirán los inversores por aportar fondos a la empresa, es decir, el pago que obtendrán los accionistas y los acreedores. En el caso de los accionistas, recibirán dividendos por acción, mientras que los acreedores se beneficiarán con intereses por el monto desembolsado (por ejemplo, aportan 10.000 dólares y reciben 12.000, lo que supone un interés de 2.000 dólares por su aporte).

La evaluación del costo de capital informa respecto al precio que la empresa paga por utilizar el capital. Dicho costo se mide como una tasa: existe una tasa para el costo de deuda y otra para el costo del capital propio; ambos recursos forman el costo de capital. 

Cabe resaltar que el capital de una empresa está formado por el capital contable externo que se obtiene a través de la emisión de acciones comunes en oposición a las utilidades retenidas, el capital contable interno proveniente de las utilidades retenidas, las acciones preferentes y el costo de la deuda (antes y después de impuestos). Es decir, a la hora de determinar el citado costo y también de analizar el capital en profundidad debemos llevar a cabo el establecimiento y estudio de cuestiones tan sumamente importantes en la materia como sería el caso la deducibilidad fiscal de los intereses, la tasa de rendimiento que los accionistas requieren sobre las acciones preferentes, el nivel de apalancamiento o el rendimiento mínimo de las acciones en países que no tienen mercado de valores.


Costo de Oportunidad

El costo de oportunidad, coste alternativo o coste de oportunidad es un concepto económico que permite nombrar al valor de la mejor opción que no se concreta o al costo de una inversión que se realiza con recursos propios y que hace que no se materialicen otras inversiones posibles.

Podría decirse que el costo de oportunidad está vinculado a aquello a lo que un agente económico renuncia al elegir algo. El costo de oportunidad también es el costo de una inversión que no se realiza (calculado, por ejemplo, a partir de la utilidad que se espera según los recursos invertidos).
El valor de la mejor opción no realizada es como también conocen otros profesionales al citado costo de oportunidad que sobre su origen de aparición como concepto tenemos que subrayar que el mismo se encuentra a principios del siglo XX. Y es que fue en ese momento, más concretamente en el año 1914, cuando el economista Friedrich von Wieser inventa y da a conocer el mismo.

En concreto, realizó la “presentación oficial” del término a través de una de sus publicaciones más importantes titulada “Teoría de la economía social”. Un trabajo con el que vino a consolidar su peso en la historia, y en concreto en la financiera y económica, pues a través del mismo no sólo estableció el concepto que estamos abordando sino que también hizo que se le prestarán atenciones especiales a cuestiones tales como la asignación de escasos recursos o la utilidad marginal.
Para que una inversión tenga lógica financiera, su rendimiento debe ser, al menos, igual que el costo de oportunidad. De lo contrario, sería más lo que se pierde por descarte que lo que se gana por la inversión concretada.
El costo de oportunidad también puede estimarse a partir de la rentabilidad que brindaría una inversión y teniendo en cuenta el riesgo que se acepta. Este tipo de cálculos permite contrastar el riesgo existente en las diversas inversiones que se pueden hacer.
La macroeconomía destaca que el costo de oportunidad sólo puede establecerse a partir de los factores que son exteriores a la inversión.

Ejemplo : 

Ejemplo de costo de oportunidad: un hombre se dispone a invertir sus ahorros. Un banco le ofrece una tasa de interés del 15% para realizar un plazo fijo, mientras que otra entidad le propone que invierta en bonos que brindan un interés del 12%. La persona decide invertir su dinero en un plazo fijo; el costo de oportunidad, por lo tanto, será el 12% de ganancias que le habrían dado los bonos.
Estamos abordando este concepto básicamente desde un punto de vista económico, pero es importante que reconozcamos que también nuestras vidas están marcadas por el costo de oportunidad a nivel personal. Así, cualquier decisión que tomemos en nuestro ámbito más privado supondrá que esté influida y determinada por aquel.

Un ejemplo sería que llega el fin de semana y nos proponen dos planes diferentes para el mismo día y la misma hora como podrían ser una noche de fiesta con los amigos o una cena romántica con la pareja. En este caso, ante dicha tesitura lo que haremos será elegir la propuesta que minimice nuestro coste de oportunidad.

Valor del dinero en el tiempo

El valor del dinero en el tiempo, es un concepto basado en la premisa de que un inversor prefiere recibir un pago de una suma fija de dinero hoy, en lugar de recibir el mismo a una fecha futura que quedare igual si no se tocare o lo usare.

En particular, si se recibe hoy una suma de dinero, se puede obtener interés sobre ese dinero. Adicionalmente, debido al efecto de inflación, en el futuro esa misma suma de dinero perderá poder de compra.

Todas las fórmulas relacionadas con este concepto están basadas en la misma fórmula básica, el valor presente de una suma futura de dinero, descontada al presente. Por ejemplo, una suma FV a ser recibida dentro de un año debe ser descontada (a una tasa apropiada r) para obtener el valor presente, PV.

Algunos de los cálculos comunes basados en el valor tiempo del dinero son:

Valor presente (PV) de una suma de dinero que será recibida en el futuro.
Valor presente de una anualidad (PVA) es el valor presente de un flujo de pagos futuros iguales, como los pagos que se hacen sobre una hipoteca.
Valor presente (VP) de una perpetuidad es el valor de un flujo de pagos perpetuos, o que se estima no serán interrumpidos ni modificados nunca.
Valor futuro (FV) de un monto invertido (por ejemplo, en una cuenta de depósito) a una cierta tasa de interés.
Valor futuro de una anualidad (FVA) es el valor futuro de un flujo de pagos (anualidades), donde se asume que los pagos se reinvierten a una determinada tasa de interés.

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